Al preguntarles a los usuarios finales, el 85% prefiere a un técnico electricista certificado.
Hoy en día, el usuario final de nivel residencial prefiere y apoya a un electricista certificado, por que confían en el conocimiento, en el buen entrenamiento y la alta experiencia; ya que ellos son los responsables de revisar, reparar, actualizar y construir de manera eficiente, segura y profesional la instalación eléctrica de su patrimonio; por lo que sienten mayor tranquilidad al contratar a una cuadrilla o técnico con el aval federal de la industria.
Un tema muy importante, es el referente a las ganancias generadas por nuestra labor, pero para que esto sea real, es necesario que nuestro trabajo hable por si mismo; un electricista certificado, ademas de tener habilidades técnicas respaldadas por la industria, también adquiere habilidades administrativas y financieras que permiten de forma honesta aumentar sus utilidades.
Los fabricantes se sienten confiados de quien decide certificarse, por el simple hecho de tener la seguridad y confianza de que sus equipos y accesorios sean instalados de forma correcta y que su puesta en servicio transcurra sin mayores contratiempos.
El gobierno, ya que la implementación de políticas publicas para el desarrollo del sector eléctrico a nivel residencial permiten incrementar la productividad y competitividad de las empresas mexicanas a nivel nacional e internacional.
Las empresas mexicanas, aumentan su eficiencia en el sector de la construcción, ya que la implementación de los proyectos se vuelve mas eficiente: se evita generar muchos desperdicios y se cuida el medio ambiente.
Ser un electricista certificado, contribuye a mejorar la calidad de vida y la de sus familiares, generan mayor tiempo de permanencia en su trabajo, incrementa el nivel de competitividad, fortalece capacidades y le permite acceder a mejores oportunidades salariales.
Es vital que los electricistas que ofrecen sus servicios en el sector residencial apliquen la evaluación para la Certificación, ya que de acuerdo a un estudio realizado por la FECIME, con base en el INEGI, en 2009 se presentaron 560 muertes por electrocución en México, de los cuales el 31.4% ocurrieron en un hogar; aproximadamente 179 decesos.